¡No me contrates! Capítulo 1

Nueva serie (hoy, la Primera Parte): 50 razones por las que un profesional de estos tiempos podría -¡y debería!- negarse a trabajar para un empleador y/o cliente. ¡Vienen sorpresas!

Vladimir Estrada
Personas que Marcan

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Si pa’ que tu marca brille yo debo apagar la mía, ¡NO trabajaré contigo, por mucho que tú me ofrezcas!

“En el nivel gerencial de muchas organizaciones, todavía queda gente que, en virtud de sus funciones, tiene que aportar; pero lamentablemente, en virtud de su estado y de sus perspectivas, ya no tiene QUÉ aportar”.

Dr. Vladimir Estrada

-Memorable conversación con un colega académico, año 2001-.

NOTA (SIN MARGEN): 20 años después, ¿esto ha cambiado mucho?

50 motivos para que un profesional que asume, predica y practica ciertos valores, NO SEA CONTRATADO por un cliente individual u organizacional

Amigo lector:

Recibe como siempre mi más cordial y agradecido saludo en esta, tu nueva o primera visita a mi hogar digital en Medium: un espacio al que arribé hace seis años tras las huellas y enseñanzas de quien considero, como tantas veces lo he dicho, la academia viviente de los blogs en español, el gran veterano Antonio Cambronero. Nunca dejaré de reiterarlo, en clave de reconocimiento, respeto y gratitud, y también en modo promoción de lo que él hace y aporta, para que cada vez más personas entre quienes me leen puedan aprovecharlo y mejorar sus propios desempeños, además de recomendarlo a sus propios seguidores y lectores. Lo que hace Antonio es lo que hace un verdadero experto: ofrece abiertamente al mundo todo lo que sabe y sabe hacer en la tecnología del blogging y otros temas relacionados, para que muchos crezcan al aplicarlo. Y quienes reconocemos el valor de su aporte, tenemos el deber de difundirlo y promoverlo: eso hago y seguiré haciendo yo, y no solo con él y su obra. Si me lees con alguna asiduidad, has podido apreciar que habitualmente lo hago con muchos de los más reconocidos profesionales de las áreas en que trabajo. Yo quiero que mucha gente aprenda de ellos y del valor que aportan, tal como aprendo yo día tras día. Ello es parte muy importante de mi Misión personal/profesional, como lo es colaborar, cooperar, “coopetir”: no competir contra otros colegas.

Mi primer mensaje de hoy es de solidaridad con quienes han sufrido de cualquier modo los efectos de la terrible pandemia que nos ha golpeado a todos en el mundo; especialmente, con aquellas personas que han perdido a algún ser querido. Como cada día desde que esto inició (y ahora en calidad de sobreviviente), oro por ellos, porque puedan recuperarse y seguir adelante.

Dicho esto desde el alma, entremos al tema de este trabajo.

Hoy te traigo una propuesta diferente, fuera de los proyectos que desde hace tiempo vengo desarrollando en la red “al paso”, pero dentro de la línea abarcada por otros de mis trabajos: la presencia de la marca personal en las organizaciones, sus relaciones diversas con la gerencia, el liderazgo, la profesionalidad y los servicios profesionales, y las múltiples formas en que ella puede manifestarse e impactar los procesos y resultados organizacionales; incluyendo hasta la decisión de trabajar o no en una de ellas, y la de contratar o no a alguien para que lo haga.

NOTA IMPORTANTE: Te adelanto que al final de esta serie de posts -en la siempre actual onda del uso de siglas, acrónimos, etc.- hay una triple C: Convocatoria para la Continuación Colaborativa (CCC) de este mismo trabajo. Pero para entenderla a plenitud e integrarte a ella, necesitas leerlos y analizarlos con cuidado, y creo que también con cariño -cuidado y cariño: otras dos “C”, jajaja-, como dice mi amigo Guillem cuando habla de estas cosas. FIN DE LA NOTA.

En esta serie de textos, que posteriormente serán publicados en formato de libro digital, o d-book (no e-book, sino d-book, que son libros digitales, no electrónicos) te estaré proponiendo un grupo de aspectos por los cuales tú, o yo, o cualquiera de las personas que ambos seguramente conocemos, cuyas trayectorias y desempeños resultan afines a la revolucionaria definición de carrera profesional propuesta por Tom Peters en su impactante libro ¡Re-imagina! (2005), y que vivimos, trabajamos y procuramos aportar valor de utilidad social en esta nueva época, NO aceptaríamos un contrato con una organización o persona que aspirase a recibir nuestros servicios profesionales.

Tengo bastante tiempo investigando sobre estos temas, y he podido sistematizar la existencia de un conjunto de aspectos comunes para dos grandes grupos de actores del ámbito de las relaciones laborales y profesionales. Estos dos grupos son los siguientes:

  • Los oferentes de servicios profesionales.
  • Los clientes receptores de servicios profesionales.

Y por supuesto, ambos grupos tienen y sostienen posiciones contrapuestas acerca del conjunto de 50 temas de los que voy a hablarte (y seguramente de otros), porque sus intereses y actuaciones respecto a los mismos, son diametralmente opuestos; y obviamente, no estoy hablando de “la dicotomía burguesía-proletariado”, jejeje. En cada uno de los temas, hay una contradicción esencial entre lo que esperan y desean los miembros de un grupo y los del otro (o al menos, de ciertos “especímenes” dentro del otro); y esa contradicción genera un motivo clave para que una parte no quiera trabajar con la otra.

Te reitero algo clave: estos NO SON “los motivos de Vladimir” (aunque obviamente, Vladimir los comparte). Son los motivos de muchísimos profesionales que son, están, trabajan, aprenden, creen, crean, crecen, y aportan valor en este tiempo, profesionales de cuya esencia, acción y resultados Vladimir se ha nutrido para arribar a este conjunto de ideas.

Para que te vayas acercando un poco a lo que hallarás en estos artículos, he aquí la lista de esos 50 motivos:

NO ME CONTRATES:

  1. Si buscas a alguien que no quiera asumir la gestión de su marca personal como una real filosofía y una forma práctica de vida.
  2. Si quieres contratar talento premium a precio medio, o talento medio a precio basura (o peor aún, talento premium a precio basura).
  3. Si vives pensando que tu empresa es única y exclusivamente “tuya”, y estás absoluta y definitivamente convencido de eso.
  4. Si estás convencido de que en tu organigrama hay un área funcional que “se ocupa y asume como prioridad estratégica a los empleados que constituyen el principal activo de la empresa” y consideras que dicha área tiene muy bien puesta la denominación “correcta” de Departamento de “Recursos Humanos”.
  5. Si vives pensando que el mundo gira a tu alrededor.
  6. Si buscas un conformista.
  7. Si buscas un “yesman” (o una “yeswoman”, si fuera el caso): alguien que solo sepa decir ante tus ideas, planteamientos, propuestas y decisiones.
  8. Si buscas a alguien que crea tener un techo de crecimiento profesional, y actúe en consecuencia.
  9. Si buscas un mero transmisor y/o reproductor y/o “bocina” de tus ideas.
  10. Si buscas a alguien capaz de renunciar a su esencia para asumir la tuya.
  11. Si lo que quieres es alguien que solo te siga, y que disfrute mantenerse a la retaguardia (especialmente, a TU retaguardia).
  12. Si buscas a alguien que nunca se equivoque.
  13. Si quieres trabajar con alguien que de cualquier forma participe en chismes, intrigas, trampas, acciones de “lleva y trae” y manejos sociales turbios o poco rectos en el trabajo.
  14. Si buscas a alguien que no tenga, cultive ni defienda su voz propia, en todo momento, contexto y situación, y/o que silencie voluntariamente su voz para sumergirse en la del grupo.
  15. Si buscas a alguien que no te cuestione.
  16. Si buscas a alguien que se limite y hasta se fuerce a “estar presente” más allá del tiempo pautado, permaneciendo ahí sentado, pensando en Babilonia y sin aportar nada.
  17. Si buscas a alguien que solo pueda y quiera trabajar a TU manera.
  18. Si buscas a alguien que no regale nada de su cosecha a otros, para y/o pero que siempre te lo regale a ti.
  19. Si buscas a alguien que acepte convivir en el trabajo con los hoy tan lamentablemente frecuentes “parásitos intelectuales”.
  20. Si buscas a alguien incapaz de hacer cosas solo, o que nunca quiera optar por la soledad.
  21. Si buscas a alguien que acepte malas prácticas por dinero, bajo la absurda lógica de que “business is business” y de que el dinero por ganar en un negocio justifica todos los medios, subterfugios, tácticas de dudosa, escasa o nula moralidad, etc., etc.
  22. Si buscas a alguien que no critique lo mal hecho, hágalo quien lo haga -y eso te incluye, por supuesto-.
  23. Si buscas a alguien que no exija derechos -los suyos y los de otros, cuando sea menester-.
  24. Si buscas a alguien que no busque ni vaya más allá de lo evidente.
  25. Si buscas a alguien que te tema en lugar de respetarte, o que te manifieste un respeto que no te has ganado.
  26. Si buscas a alguien que no innove, con el pretexto de que “siempre lo hemos hecho así y nos ha salido bien; por tanto, no hay que cambiarlo”.
  27. Si buscas a alguien que no sea capaz de autoliderarse y te necesite a ti (o a quien sea) como su líder.
  28. Si buscas a alguien que para integrarse a la cultura de tu organización renuncie a sus propios valores y a sus patrones culturales.
  29. Si buscas a alguien que “te haga la pelota” (como dicen mis amigos y colegas españoles).
  30. Si buscas a alguien incapaz de valorar, reconocer y posicionar el mérito ajeno, aún cuando ello implique mencionar y hasta exaltar públicamente a “la competencia” -en las redes sociales, por ejemplo-.
  31. Si buscas a alguien que no hable de sí mismo cuando haga falta hacerlo, con el pretexto de la falsa modestia.
  32. Si buscas a alguien que no sea capaz de ampliar su propia zona de confort (ecos sentidos del Maestro Alfonso Alcántara) y de proponer modos de ampliar la tuya y la de todos en la empresa.
  33. Si buscas a alguien que “se conforme con poco”.
  34. Si buscas a alguien cuya definición de éxito coincida exacta y obligatoriamente con la tuya.
  35. Si buscas a alguien que admita que tú le impongas precio a su trabajo sin contar con su criterio y valoración al respecto.
  36. Si crees que puedes pagar por mi cerebro, por mi libertad y por mi independencia de criterio.
  37. Si consideras que no puedo tener proyectos paralelos a mi labor contigo.
  38. Si piensas que no debo colaborar con colegas de profesión, en proyectos suyos o de sus organizaciones.
  39. Si prefieres competir a coopetir (esa elección es tu problema), y pretendes que yo asuma tal actitud tuya (lo cual ya sería mi problema).
  40. Si prefieres lo tradicional, lo convencional y lo socialmente asumido como bueno y válido, antes que lo diferente, innovador y disruptivo.
  41. Si no tomas riesgos y/o no te gusta la gente que los toma.
  42. Si no toleras lo que solemos conocer como fracaso, ni lo aprovechas como oportunidad de aprendizaje y crecimiento individual y colectivo.
  43. Si en tu ejercicio laboral/profesional no practicas lo que predicas.
  44. Si buscas a alguien que no convierta en su fiesta personal cada logro, cada vez que le dé su real gana de festejar uno, sea propio o ajeno.
  45. Si quieres tener trabajando contigo a alguien que desconozca su verdadero valor personal y profesional, o que aún conociéndolo, esté dispuesto a subvalorarse en tu beneficio.
  46. Si buscas a alguien que congenie con los tapujos, los engaños a clientes o colaboradores, la falta de transparencia, el ocultamiento o manipulación de información, la concentración de poder en muy pocas manos y la hiperjerarquización de todo.
  47. Si buscas a alguien que esté exclusivamente dentro de cierto rango etario (especialmente si su límite superior es igual o inferior a cincuenta años).
  48. Si quieres trabajando contigo a alguien a quien puedas obligar a rendir sus mejores resultados dentro de una jornada cerrada de trabajo, sin considerar cuáles son sus horas más productivas ni motivarlo adecuadamente para que las utilice en favor del proyecto en que labora contigo o para ti.
  49. Si buscas a alguien incapaz o poco motivado a gestionar personalmente su propio proceso de cambio, e impulsar y contribuir al de la organización -aún si por tus miedos o resistencias tú no lo crees conveniente-.
  50. Si para que tú, tu marca y tu proyecto brillen, necesitas a alguien que esté dispuesto a permitir que su propia marca personal deje de brillar.

Si padeces varias de las características abarcadas por la lista anterior (especialmente algunas que son innegociables, como veremos en próximos artículos de la serie), y no hay nada que puedas y quieras hacer para remediarlo, por favor, NO ME CONTRATES.

¿Qué te parecen los motivos que te propongo, amigo lector?

Sobre la arriba mencionada definición de Tom Peters, desarrollé durante 2019 un “experimento” público en Twitter, indagando entre un numeroso grupo de profesionales a quién o quiénes les recuerda dicha definición, y los resultados fueron bien interesantes. Te los comento brevemente en seguida; pero primero mira el tuit, que fue publicado 20 veces con mención a diferentes profesionales:

Varios de los interrogados entonces, refirieron a otros colegas (o grupos de colegas) y argumentaron muy bien sus propuestas. Otros explicaron razones actuales por las cuales la cita sigue siendo válida a más de tres lustros de haber sido escrita. Inclusive, tuve un caso como el del Maestro, experto y gran ser humano Pablo Adán Micó, que se auto-identificó personalmente con dicha definición (y tenía muchísima razón, porque así es, trabaja y aporta valor Pablo). Es que ella representa, objetivamente, el modo de vida, trabajo y desarrollo hacia el que todos deberíamos transitar en esta época, aún siendo “trabajadores por cuenta ajena” (y por cierto, estas comillas tienen que ver con el sentido de dicha denominación: ¿quienes prestamos servicios profesionales “por cuenta propia” nos pagamos nuestros honorarios, o nos los pagan nuestros clientes? ¿No hay “cuenta ajena” también ahí?).

Me interesa mucho destacar algunas de aquellas respuestas; por ejemplo, la que ofreció la reconocida colega Susana Corral:

¡Profesionales que creemos en la libertad! Excelente, ¿verdad?

Esto me recuerda la permanente lucha del Maestro Andréz Pérez Ortega, quien la ha convertido en una misión desde hace casi dos décadas. En mi libro digital ¿Se puede “vivir de la marca personal”?, me he referido a esto de la forma siguiente (p.34 y 35):

El concepto general de Andrés se mantiene: la idea de gestionar la libertad de elección y acción para los profesionales frente al poder económico, político y regulatorio -y por ende, también decisorio- de las empresas y/o del Estado, de un modo que les permita interactuar y hasta competir con ambos en condiciones de un relativo equilibrio (porque hablar de igualdad, sería iluso y nada creíble); y con base en todo ello y aún más elementos, asegurarnos una cierta independencia, un desarrollo interesante para nuestras carreras y un posicionamiento favorable para nuestras marcas, que nos posibiliten estar entre las opciones que aquellos, y otros potenciales necesitados de valor (nuestros colegas, por ejemplo) puedan elegir; y en todo caso, que nos permitan depender menos de las decisiones y acciones ajenas, sobre todo las “protectoras”; en otras palabras, como lo ampliaré más adelante, vivir de nuestra marca personal.

¡Por ahí va el asunto! ¡Creer en nuestra libertad como profesionales, incorporarla como un valor nuclear a nuestra marca, y luchar profesionalmente por ella!

También te presento la respuesta ofrecida entonces por la no menos reconocida colega Mireya Trias:

¡El gran buscador de excelencia que llevamos dentro! ¡De eso se trata!

La muy destacada profesional Helen Gómez Ruano hizo referencia nada más y nada menos que al gran Maestro David Barreda (leo por ahí muchas cosas buenas de su reciente libro El formador 5.0: será una de mis próximas lecturas como aprendiz permanente), del siguiente modo:

¡Total coincidencia con el ser, el hacer y el logro de este gran educador navegante de la modernidad líquida!

También, la del colega y amigo Enrique Brull, alguien que se define a sí mismo como creativo y knowmad (dos condiciones símbolo de la época), y quien con su habitual generosidad y total justicia nos refiere en su respuesta a una de las grandes guerreras de la marca personal latinoamericana e internacional: Ylse Roa. ¡Y la respuesta de ella, también a gran altura!

¿Algo que agregar? ¡Yo, no!

Y la excelente colega Paula Fernández-Ochoa nos propuso a un imprescindible de este y otros diversos temas como el Maestro (mi amigo) Guillem Recolons, siendo sustentada por Helen -y respondidas ambas por él-, como sigue:

Hubo diversas propuestas más; solo te he presentado una breve muestra. Interesante, ¿no te parece?

¡Mucha y muy buena marca personal para este tiempo nuevo, y cada día más nuevo! ¿Verdad que sí?

Sucede que ya no es posible seguir ignorando lo evidente, lo visible y tangible, lo que marca, define y determina día tras día el devenir de nuestro accionar profesional. Esto que tenemos y vivimos hoy es otra sociedad, otra economía y otro mercado, radicalmente diferentes a lo que cada una de estas categorías era hace apenas tres décadas, y aún menos (sin mencionar los diversos y profundos cambios generados desde el pasado año 2020 por la pandemia del COVID 19, de los cuales te hablaré en otro post); pero sobre todo -lo más importante-, somos otras las personas que en ellos somos, vivimos, trabajamos, innovamos, producimos y evolucionamos, y son otros -muy y definitivamente diferentes- nuestros requerimientos de toda índole para involucrarnos como individuos, como seres sociales, y jugarnos nuestra marca en un compromiso laboral/profesional.

La Maestra Eva Collado Durán ha hecho interesantes aportes sobre este tema en su libro El Mundo Cambia, ¿y tú? (2019); y antes, en un post de antología publicado en 2018: ¿Qué preguntas se hace el verdadero talento? Te sugiero que dediques miradas exploratorias y analíticas a todo ello; tal vez iniciando por el post, que te ubicará en tiempo y espacio para “entrarle” al libro. Por cierto, hace un par de años, Guillem me lo trajo de España como regalo, para nuestro espléndido y memorable primer encuentro face to face, que ambos compartimos con la gran persona y profesional mexicana Nancy Vázquez).

Y como parte del encuentro, él y yo sostuvimos interesantes y emotivos intercambios, como este captado por el móvil de Nancy:

Como puedes ver si lees los hilos de respuestas, la mención a Guillem es recurrente entre los tuiteros que respondieron a mi reto arriba comentado, ¡precisamente porque su accionar responde plenamente al concepto y modelo de nueva carrera profesional de Tom Peters!

Y la gran contribución/resumen hecha por Guillem ha sido, sin duda alguna, su libro de 2020 Si no aportas, no importas: una soberbia exaltación del valor como sustrato y sustento de la marca personal, y a mi modo de ver, una de las propuestas conceptuales y metodológicas más sólidas que han sido puestas a disposición de quien desee crecer y aportar a su entorno desde quien es, lo que hace y lo que logra, con todo lo cual impacta, y gracias a lo cual trasciende. Alguien que se asume como un aportador de valor, y así practica su carrera y su vida, será alguien que importe mucho y siempre a quienes puedan requerirlo, y alguien que estará en condiciones de decir a quien deba decirlo: ¡NO ME CONTRATES!

En función de todo ello, amigo lector, pienso que lo que leerás en las sucesivas entregas de esta serie puede reflejarte en cualquier sentido, ya sea como profesional oferente de servicios, o en otro caso, como ente individual o corporativo que deviene potencial receptor y usuario de los mismos; y posiblemente te identifiques con una, varias, muchas o todas (¡ojalá!) las “negativas” que en cada post te presento.

Espero que coincidamos en muchísimas de ellas, y sobre todo, que su lectura y análisis te aporte valor para la valoración y gestión de tu marca personal y/o de la marca corporativa de la organización que diriges, así como para el análisis del mercado laboral en tu sector o sectores de especialización y desempeño, y de tus opciones para insertarte en él. O tal vez reinsertarte, si fuera tu caso; por solo citarte un ejemplo pertinente, te sugiero revisar lo que al respecto han hecho los excelentes colegas Celia Hil, Laura Rosillo Jaime Gurt, Alberto Bokos, Eleonora Barone, y posiblemente haya nuevos nombres a estas alturas…Un gran equipo dedicado a la potenciación y posicionamiento del talento senior a través de su proyecto Talento Cooldys.

Mi propuesta para esta serie de trabajos que hoy te estoy presentando, está planteada del siguiente modo:

  • Una introducción temática general, que aborda diferentes aspectos del tema, incluyendo la generación y gestión de los negocios de servicios profesionales.
  • Una introducción/presentación simulada, dirigida a mi cliente potencial (o el tuyo, o el de cualquiera) que recibiría la propuesta.
  • Una lista de 50 motivos argumentados que tendría un potencial cliente o “empleador” para no contratarme (o a ti, o a otros de nuestros colegas), los cuales te serán “servidos” a cinco por entrega, comenzando en la número 4 -hay algunas cosas previas-; mas 8 “bonos” tipo concepto, reflexión, memoria o caso en la misma línea, o que la complementan de alguna manera.
  • Un abordaje final conclusivo, interrogativo y propositivo.

La serie tendrá un total de 14 entregas, y salvo el primero y el último de los 50 motivos, su orden no tiene que responder exactamente a la lista que ya has leído; dependiendo del contexto en que laboro y sus requerimientos en uno u otro momento, podré variarlo sin alterar la esencia de la propuesta. Aquí, como en otros temas, el orden de los factores no alterará el producto.

Y también, por supuesto, espero que todo ello te sea útil para el desarrollo efectivo y exitoso de tu carrera en este permanentemente nuevo contexto (novedad recurrente que ya es irreversible, y te lo explico más adelante, en uno de los primeros posts de la serie), desde tus propias concepciones y aspiraciones de éxito profesional, las cuales deben ser definidas por ti y únicamente por ti: por nadie más. Gracias por ser, por estar, por acompañarme hoy y siempre.

¡Te espero aquí mismo en la segunda entrega! Y si quieres estar al tanto y que te llegue directo a tu correo, suscríbete a esta newsletter; es el camino más corto.

Recibe el habitual y afectuoso brand/abrazo de tu amigo,

Vladimir

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Cubano. Padre. Académico. PhD. Mentor profesional internacional, RGM. Consultor. Comunicador. Miembro fundador de Personal Branding LATAM. Blogger académico.