Marca personal: bloguear es compartir tu mensaje con el mundo

Un modelo conceptual, muy sencillo y empírico, para el arranque y la gestión de tu blogging como estrategia de branding personal

Vladimir Estrada
Personas que Marcan

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Reproduciendo un post publicado en la plataforma Thro.be

A modo de introducción

Amigo lector:

Soy el profesor Vladimir Estrada y es un grato placer tenerte por aquí. Recibe mi más cordial, agradecido y afectuoso saludo caribeño, en esta tu primera incursión en uno de mis nuevos predios blogueros (la plataforma Thro.be, en la cual publiqué originalmente este post: puedes verlo aquí).

Debo aclararte que por alguna razón de índole tecnológica que no manejo ni he podido resolver, no pude efectuar la importación de este trabajo del modo en que lo hago habitualmente con mis textos publicados fuera de Medium. Esto me sucede por primera vez en los cinco años que tengo blogueando aquí; al parecer (caso muy raro), la plataforma de Medium no admite la importación directa de textos procedentes de Thro.be. Por ello, aunque hice un intento manual — no automático- para que aparezca al final del post la etiqueta canónica que verás, esta vez debo asumir el riesgo de ser penalizado por publicar contenido duplicado. Eso no me preocupa, pero sí me ocupa e interesa mucho que tú puedas acceder a este contenido aquí, en mi repositorio digital, y que también puedas — ojalá- encontrar en el contenido algo que sea valioso para ti y tus intereses profesionales.

Te propondré hoy aquí un modelo muy básico, de índole conceptual y práctica, para el arranque y la gestión inteligente, humana y social de tus acciones de blogging, o en su caso, las de esas personas que tú formas, atiendes, mentorizas y acompañas profesionalmente.

Este post (y el blog de Thro.be en que está escrito) es parte de una nueva investigación práctica que estoy desarrollando sobre el blogging, su actualidad, su necesidad, su pertinencia y sus grandes aportes a la sociedad, a partir del valor que TODOS podemos aportar a través de un blog. El objetivo general de esa investigación es, como ya lo he expresado en mi reciente trabajo Blogging y marca personal: ¿filosofía o tecnología?, uno muy sencillo, y potencialmente muy polémico: demostrarte que hay vida bloguera más allá de Wordpress, y ofrecerte motivos y formas para empoderarte y actuar en consecuencia; especialmente, en una coyuntura tan compleja y difícil como la que todos estamos viviendo debido a la pandemia del COVID 19.

Dice la destacada personal brander panameña Yael Bern (una de mis invitadas en la serie Marca personal latinoamericana), que su lema profesional, base de su propuesta de valor para sus públicos, es la siguiente pregunta: ¿Listos para Brillar? Yo te propongo hoy un acercamiento afirmativo y acotado a un tema más puntual, el blogging:

¡Listos para Bloguear!

Este nuevo escenario global ocasionado por la pandemia nos acelera muy grandemente -y además, obligatoriamente- los procesos de transformación digital que hace años venían en curso, y generan nuevas necesidades individuales y colectivas en múltiples sentidos; y el blogging, como modelo estratégico y mecanismo clave de producción y difusión intelectual de alcance e impacto masivo en el entorno digital, lo tiene todo para ser un gran protagonista de la nueva normalidad que desde ya se viene gestando. Porque como bien lo ha afirmado mi amigo y colega, el Maestro Guillem Recolons, el contenido sigue siendo el rey de la selva 2.0; y ahora, tras todo esto, puedo asegurarte que pasará de rey a Dios, como ambos hemos consensuado en un trabajo conjunto que tenemos en marcha. Y obviamente, el blog será el gran vehículo de ese tránsito, y de Palacio Digital, se constituirá en Paraíso Digital.

La esencia de este nuevo proyecto mío es, básicamente, la siguiente:

  1. Descubrir, a través de la investigación en línea, plataformas de blogging diferentes a las tradicionales.
  2. Evaluar sus características y prestaciones, desde mi perspectiva de lo que debería ser un blog y para qué debería servir (puedes revisarla, entre otros textos, aquí, aquí y aquí); y también, de ser posible, desde la mirada especializada de otros profesionales. Y por supuesto, teniendo en cuenta que esta perspectiva propia no es ni mejor ni peor que otras; simplemente, diferente.
  3. Escribir al menos un post real (a mi manera) en cada una de las que reúnan las condiciones del punto 2; y eventualmente, más de uno, si como es el caso, decido “quedarme a vivir” en algunas de las plataformas; digamos, hasta el momento, aquí, aquí y aquí.
  4. Proponer a lo largo del proyecto uno o más trabajos que resuman mi experiencia blogueando en las plataformas seleccionadas, y ofrezcan sugerencias a los bloggers que decidan utilizarlas. Y por supuesto, acompañar como mentor, entrenador y/o asesor a quienes así lo soliciten (ya hay algunos casos en proceso a partir del primer post publicado como parte del proyecto).

Debo decirte honestamente que la idea de investigar de esta forma sobre blogging no es originalmente mía, ni mucho menos. A mí me la ha inspirado quien considero el más importante experto en blogging de habla hispana, el gran veterano Antonio Cambronero (la academia viviente de los blogs en español). Porque saber mucho de Wordpress no significa saber mucho de blogging; conozco a algunos grandes expertos en Wordpress, que no pueden salir de ese escenario para hablar con criterio de otros temas pertinentes y relacionados con el blogging “en general” ni con otros artificios digitales íntimamente relacionados con el blogging.

Antonio sí puede: es un gran y revolucionario experto en Wordpress -uno de los mejores que existen-, pero es, además, una de las personas que ha participado en el mundo blogging desde sus inicios en nuestro idioma, y es parte de su historia, evolución, renovación y desarrollo; y por otra parte, sabe mucho sobre otras muchas plataformas de blogging, sobre sus integraciones con otras muchas herramientas digitales, sobre sus prestaciones, mecanismos y modelos, ventajas y desventajas. Y ojo: no sabe por solo haber leído al respecto, sino por haber probado y validado todo ello en acción. Eso es saber de blogging, más allá de Wordpress; y eso es muy importante. Porque todos debemos tener muy claro que el mundo del blogging no termina en Wordpress, ni tampoco en las siete u ocho archiconocidas plataformas que habitualmente nos son vendidas como sus alternativas. Más adelante aquí, y también en otros trabajos recientes y próximos, abundo e intentaré abundar más al respecto.

Mientras iniciaba la escritura de este trabajo el pasado viernes 1ro de mayo, llegó a mis manos el post que el Maestro Andrés Pérez Ortega publicó ese mismo día: Blog, el secreto del post perfecto no existe. Más de una vez me ha sucedido con él eso de que, cada uno por su lado, y sin ningún contacto interpersonal, escribamos sobre un temas ideas o propuestas similares, y más o menos en líneas conceptuales equivalentes (en mi trabajo de 2019 La marca personal y su posicionamiento reseño ampliamente un caso bastante interesante de esos); pero este de ahora ya es como mucho, jejeje…¡El mismo tema, el mismo día!

Reitero algo que dije en el texto que arriba te he enlazado:

“…lo que menos importa es quién escribió o publicó antes o después: importa la coincidencia profesional basada en la asunción y tratamiento correcto de los conceptos base, y el valor que gracias a Dios podemos aportar gracias a esa coincidencia. Lo demás, es lo demás.”

De paso, te comento que yo he abordado esta cuestión de la perfección imposible de un post de blog, en otros textos, y desde diversas perspectivas; por ejemplo, en Cómo usar un blog en modo branding personal (2016), donde planteé que “…no esperes, ni aspires, al famoso ‘post perfecto’. ESO NO EXISTE, y no puede existir. Tengo diversas razones para demostrártelo y te las ofreceré si me lo preguntas, para no alargar demasiado este punto; aunque en otros momentos del post aludo tangencialmente al tema. Y mucho ojo: el día que creas haberlo escrito, DEJA DE BLOGUEAR. Estás acabado.”.

Y en fecha mucho más reciente, volví brevemente sobre el asunto en Blogging y marca personal: ¿filosofía o tecnología? (2020), planteando que “…no se trata de bloguear porque está de moda, o porque otros lo hacen, ni siquiera por las cosas que logran haciéndolo; se trata de que nuestro blogging refleje lo que somos, lo que queremos, lo que soñamos, lo que aprendemos, lo que hacemos, lo que aportamos, lo que logramos, y contribuya a satisfacer una o más de las necesidades que como seres humanos tenemos. De ellas nacen, y por ellas se mantienen o renuevan, nuestros motivos personales para bloguear” (en toda la cita subyace nuestra humana imperfección como signo distintivo de lo que proponemos en un blog, y de cómo ello nos refleja). Y me consta que otros varios autores también lo han hecho antes -inclusive el propio Andrés-, cada quien a su modo y según su propia mirada al tema. Pero esa es la parte anecdótica. La parte importante es citarte y comentarte unas cuantas frases clave de este post del Maestro, escritas en su habitual estilo directo, incisivo y orientador, y que vienen absolutamente a cuento con mi propuesta de hoy para ti.

Dice Andrés:

“Si hay algo en lo que insisto mucho a mis alumnos y a las personas a las que asesoro es la importancia de poner algo de ti en cada post”.

Mi comentario:

Solo así conseguirás que quien te lee se identifique con el ser humano detrás de la propuesta escrita, y asuma esta última como algo factible y viable para una persona, dado que lo propone una persona. Como dice mi amigo y colega Guillem Recolons, “las personas hablamos con personas”. Y si no logras ser identificado como una, cercana, genuina, más o menos compatible, con rollos y logros más o menos similares y/o equivalentes y/o comparables con los de quien te lee, y por todo ello y más, capaz de emocionarle, pues sucederá que por muy buenos que sean tus contenidos, no serás seguido tan de cerca como sí lo será aquel blogger cuyos contenidos sí permitan esa conexión y comunión emocional.

Por cierto: si te queda alguna duda de la importancia de la conexión emocional a través del contenido que publicamos en un blog…lee la siguiente joya de mi querido amigo Guillem (y emociónate, como yo: está permitido). Aquí la tienes: Un buen contenido favorece un buen networking. El caso de Julia.

Te sustento el asunto desde otra mirada, aquella que en 2017 he dedicado a la gestión de la fama en el branding personal:

¿Qué se busca en los famosos?

  • Las razones que los han convertido en tales.
  • Los símbolos portadores y/o representativos de su fama.
  • Las formas y trayectos necesarios para ser/hacer/lograr lo mismo que ellos son/hacen/logran para ser famosos.
  • La materialización tangible y visible de un nivel “aspiracional” (término aún no aceptado , pero muy utilizado y que se va imponiendo por el uso) que muchos tenemos -deseos, anhelos, sueños, ambiciones, ilusiones, esperanzas-, y que funciona como prueba de que alcanzarlo es posible, puesto que alguien ya lo ha logrado.

¿Y qué se busca en los no famosos?

  • La capacidad que pueden tener para entendernos, pues ‘son como nosotros’.
  • La cercanía vivencial y emocional que nos aportan.
  • El soporte que efectivamente pueden darnos (desde una afectividad cercana y/o una experiencia pertinente y compatible) ante las múltiples coyunturas y situaciones de la vida.
  • El ejemplo que podemos seguir de alguien que se parece a nosotros y ha resuelto con efectividad un problema como el nuestro (o más de uno)”.

¿Así, o más claro?

Dice Andrés:

“…si alguien va a dedicar un rato de su vida a leerte o a escucharte, es porque va a conseguir algo a cambio”.

Mi comentario:

Esto es tan así, tan tremendamente así, que garantizarlo es la única forma de asegurar un nivel razonable de seguimiento y (ojalá) de fidelidad en los públicos que nos leen. Nadie tiene tiempo para perderlo, porque es irreversible e irrecuperable. Y en una situación de cambio profundo, abarcador y cuasi absoluto como la que tan abruptamente nos ha caído encima desde hace un par de meses, coronavirus mediante, el tiempo se convierte en el recurso más valioso de cada ser humano; porque ahora sí, literalmente y para todos, tiempo equivale a vida.

Entonces, amigo blogger, nadie te regalará su tiempo de lectura si no le das a cambio algo que sea realmente valioso; es decir, si no recibe mucho valor para su vida cuando lea tus contenidos. Tienes que asegurarte de proveer ese valor en cada artículo que publiques en tu blog.

A estos efectos -y creo que a cualesquiera otros pertinentes al tema, jejeje-, he propuesto y reiterado en varios trabajos que el valor es

“…la dimensión contributiva que configura, describe y define favorablemente a una marca personal, o sea, el conjunto de aportaciones y/o soluciones que nacen en -o derivan de- ella: modelos de actuación, imagen referencial, contactos, influencias, relaciones, bienes, servicios, ideas, contenidos, sensaciones, emociones, aprendizajes, retos, oportunidades, colaboraciones, desarrollos varios, y/o cualquier combinación de dos o más de estos u otros elementos, los cuales la convierten en valiosa para quienes reciben y valoran su impacto, a partir de las formas y magnitudes en que tales aportes y soluciones contribuyen a mejorar sus vidas. Dichos beneficiarios posicionan positivamente en sus mentes a esa marca personal a partir del valor que ella les aporta y que constituye, para ellos, el sentido existencial y la esencia misma de la marca en cuestión; el recurso o mecanismo que la hace memorable para sus públicos a partir del beneficio recibido. Si lo que ocurre es la no aportación (ausencia) del valor requerido y potencialmente esperado de ella, todo lo anterior funciona e impacta en sentido negativo y obviamente desfavorable para la marca personal de referencia.

O sea: de modo más sintético y directo, hay valor en todo cuanto aportamos a nuestros públicos desde lo que somos, hacemos y logramos, que constituye o representa para ellos una oportunidad para mejorar algún aspecto de sus vidas, o un recurso de cualquier índole con el cual hacerlo, o ambas cosas a la vez. Y ello se manifiesta ‘en negativo’, cuando dejamos de efectuar tales contribuciones” (Estrada, 2019).

¿Puedes imaginar cuántas de estas posibilidades de ser verdaderamente valioso como marca personal, podrías tú gestionar y materializar a través de tu blog, amigo lector?

Dice Andrés:

“Si no ofreces alternativas, más pronto que tarde vas a acabar cansando y tus lectores buscarán a quienes les digan lo que deben o pueden hacer”.

Mi comentario:

Hay una palabra clave aquí, que subyace bajo la propuesta del Maestro; esa palabra es SOLUCIONES. Tu lector acude a ti en busca del ilustre, famoso y nunca bien ponderado “contenido de valor” (por favor, NUNCA llames así al tuyo: deja que lo haga tu público). Y tu contenido será más valioso mientras más y mejores sean las soluciones de cualquier índole que le aporte. Y entonces, caben dos preguntas: ¿qué y quién determina el valor de un contenido?

Las respuestas a ambas interrogantes:

  • Qué: Dos factores. Uno, su calidad intrínseca -técnica, podríamos llamarle: básicamente, que esté bien escrito y diga lo que debe decir-, y dos, su capacidad resolutiva para el lector -o sea, su potencial para resolverle el problema que tenga-.
  • Quién: Tu lector. ¿Quién más?

Hace cinco años me referí a esto así:

“…la capacidad de…tu contenido para resolver un problema que esté afectando y/o pueda afectar en el futuro a tu lector. De la índole que sea. Si tu lector está necesitando conocimientos técnicos sobre un tema, y tu post se los aporta, eso es contenido de valor. Si lo que necesita es un tipo determinado de emoción, y tu texto se la inspira, es contenido de valor. Si le urge una orientación sobre cómo manejar situaciones familiares, y tú se la ofreces, eso es contenido de valor. Y así por el estilo” (Estrada, 2016).

Creo que está bastante claro, ¿verdad?

Entonces, amigo lector, paso a desarrollar brevemente para ti los componentes del modelo conceptual que hoy te propongo, y que sustentan a mis ojos el hecho de que, lo creas y sepas o no, como dice mi título de hoy, tú estás listo para compartir tu mensaje con el mundo, porque cuentas con todo lo que necesitas para hacerlo. En otras palabras, voy a demostrarte de aquí en adelante que tú estás LISTO PARA BLOGUEAR.

El modelo se basa en la idea que da título a este trabajo, en los elementos que la componen, y en la integración sistémica entre ellos. Veámoslo muy brevemente a modo de presentación, para ampliarlo en seguida.

  • . Eres la persona, el ser humano integral, con todo lo que traes de serie y lo que has incorporado en tu camino, quien proyectará al mundo tu mensaje.
  • Bloguear. Es el proceso a través del cual has de emitir y compartir ese mensaje. Basado principalmente en la selección cuidadosa de una plataforma y en el uso inteligente de un blog, en la selección de temas sobre los cuales tengas cosas interesantes que decir, en tu enfoque a un público determinado que esté interesado en esos temas, en tu forma personal de usar el idioma en el que bloguearás, y en tu estilo propio para proponer tus ideas.
  • Compartir. Es la “fórmula mágica” que define y describe el acto de interactuar con el público a través de un blog. Bloguear es comunicar(se), y ello implica que participen al menos dos partes en ello: en este caso, tú y tus lectores. Entonces, se trata de bloguear de forma que motive a quienes te leen a implicarse y participar, en uno u otro estilo, sincrónica o asincrónicamente, leyendo, aprovechando, conversando, aplicando, difundiendo y/o recomendando.
  • Mensaje. Es, esencialmente, el contenido que compartes, “envuelto” en una determinada forma, y por supuesto, el conjunto de ideas y valores que subyacen bajo esa combinación. La combinación forma/contenido determina la calidad de tu mensaje; y su pertinencia, en forma de valor aportado, determina su impacto. Idealmente, tu mensaje debe ser siempre compatible con las necesidades de valor de tus lectores, y con tus gustos, objetivos, motivos e intereses.
  • Mundo. Es tu público lector. Es el entorno humano al cual diriges tu mensaje. Es el segmento mayor o menor de personas que en virtud de la calidad, pertinencia y efectividad de tus propuestas, se adscribirá -o no- a ellas y a ti, y evolucionará -o no- en una dinámica como esta: de lectores a audiencia, de audiencia a comunidad, de comunidad a tribu.
  • Marca personal. Es el resultado que cosechas a través de tu blogging. La huella que dejas en la mente de cada persona que te lee. La forma en que tu público valora tus propuestas, expresada en calificativos concretos sobre ellas y especialmente sobre ti, como su autor. ¡Ojalá siempre sean los mejores! En este ámbito, tu marca personal es, en resumen, la sinergia resultante de tu forma de integrar en tu blogging todos los elementos que aquí te estoy presentando.

Seguimos avanzando, amigo lector. Gracias por ser, por estar, por acompañarme hoy y siempre.

Para ser realmente tú, hacer como tú eres, y marcar desde quien eres, necesitas ser tú. Genuino. Honesto. Único. Inconfundible” (Estrada, 2016). Así me expresado acerca de la necesidad de ser auténticos en nuestro branding personal; y el blogging es una de las formas más pertinentes y claras de demostrarlo.

Y en otro texto (Marca personal: del ser que somos al ser que proyectamos) he propuesto que “Personal branding no es crear un ser distinto: es mejorar y diferenciar estratégica, sistémica y sistemáticamente el ser que somos, para marcar, transformar, perdurar y trascender como queremos, podemos y debemos” (Estrada, 2017).

En otras palabras: si tú gestionas correctamente tu marca personal, el resultado será el mejor TÚ que tú seas capaz de ser, para tu entorno humano y para ti.

Ahora bien: ese TÚ es mucho más que un nombre, dos apellidos y un documento de identidad personal. Y la persona que se refleja cuando escribes en tu blog debe llegar a quien te lee desde ese otro nivel de formación, identificación, definición, delimitación y alcance de tu personalidad.

¿Te conoces lo suficiente como para responder algunas preguntas clave sobre ti mismo/a, de forma lo suficientemente clara como para que tu actual o futuro lector te identifique y se identifique contigo?

Veamos unas cuantas entre las muchas posibles:

¿Quién eres? ¿De dónde vienes y a dónde vas? ¿Qué quieres y buscas? ¿Cuáles principios y valores te definen? ¿Dónde, cuándo y cómo los asumiste? ¿Cómo los practicas? ¿Qué haces? ¿Qué logras? ¿Qué quieres y buscas? ¿En qué consiste tu valor diferencial y tu propuesta única de valor? ¿Qué estilos relacionales te definen y describen mejor? ¿Cómo cambias? ¿Cómo influyes, impactas y marcas a quienes te rodean? ¿Cómo definen ellos tu marca personal? ¿Es la que te gustaría? Si lo es, ¿qué, cuánto y cómo haces para consolidarla? Si no lo es, ¿qué, cuánto y cómo haces para mejorarla? ¿Cómo defines tu posibilidad de trascender y los caminos para lograr la trascendencia? ¿Cuál es tu estrategia para materializarla?

Mi amigo y colega Guillem está desarrollando desde inicios de año una fantástica serie temática de artículos sobre branding personal, invitando referentes y analizando técnicas y herramientas, todo lo cual te puede ayudar muchísimo en tu proceso de autoconocimiento. Para que ese TÚ que proyectes en tu blog sea realmente TÚ, y marque como TÚ. ¡No te la pierdas!

Bloguear

ESCRIBIR EN LÍNEA PARA QUE OTROS LEAN. Esencialmente, bloguear es escribir en un blog para que otras personas que navegan en la web accedan a ese contenido escrito y lean lo que propone. Sobre uno o más temas. En determinada frecuencia, o sin frecuencia alguna. Con un determinado estilo o “sin estilo alguno” -lo cual puede ser un estilo, jejeje-. Con alguna intención, sea esta cual sea. Con cierta longitud por post (cuál, es asunto de cada blogger: no hay reglas ni normas formales para eso, gracias a Dios). Con o sin SEO (ni otros útiles pero no imprescindibles artificios digitales). Adornando y enriqueciendo o no los textos con imágenes, vídeos u otros aditivos. Utilizando el idioma con la mayor y mejor calidad posible, siempre que ella no conspire contra la identidad y la voz propia del escritor -suena como “muy hereje” esto último, ¿verdad?-, ni lo convierta en uno más del pelotón. Y por supuesto, procurando que quienes lo lean hallen suficiente interés y valor en lo leído como para compartirlo con otros por diferentes vías, usarlo favorablemente en sus propias vidas y procesos, comentarlo en cualquier sentido…y volver por más. De eso se trata el blogging. Eso es bloguear.

Ahora bien: ¿dónde bloguear?

Ahí entra al ruedo la componente tecnológica del blogging. Existen muchísimas plataformas en las cuales montar un blog. Desde las clásicas y/o más conocidas y/o más populares (por ejemplo, Wordpress, Blogger, Wix, Tumblr, Weebly, Squarespace, Typepad, Ghost, etc., etc…y por supuesto, la aún joven pero ya casi clásica Medium, donde tal vez me hayas leído), hasta las más novedosas y diferentes, como GoNevis, Telescope, Write.as, Caramel.la (recientemente he publicado allí el trabajo La marca personal docente en la era post COVID 19), Telegra.ph, Thro.be (esta donde hoy me estás leyendo, jejeje; hace poco publiqué aquí el trabajo La era post COVID 19: motivos y objetivos para tu primer negocio, AHORA), y otras muchas, muchas, muchas más…¿Cuál escoger?

Pues muy “sencillo”, amigo lector: la que más y mejor se acomode a nuestros motivos y objetivos como bloggers, a nuestros motivos y objetivos como marcas personales, y a nuestras posibilidades reales para bloguear. Veamos brevemente algunas de las alternativas posibles.

  • Si queremos impactar por la vistosidad, desarrollo tecnológico y complejidad tecnofuncional del blog que manejamos, definitivamente, Wordpress.org ofrece lo mejor en tal sentido.
  • Si nuestros objetivos están centrados en hacer buen marketing en el entorno digital, también nos servirá Wordpress.org; pero hay otras varias, como Squarespace, que tienen mucho que aportar en esa línea.
  • Si deseamos tener pleno control de todo lo que sucede y sucederá con nuestro blog y nuestros contenidos, podemos optar por cualquiera que nos ofrezca self hosting (o sea, la posibilidad de autoalojar nuestro blog): Wordpress.org y Ghost, son de lo mejor en este aspecto, aunque hay otras diversas opciones. Y por supuesto, aquí hay una disyuntiva a resolver: o hacer nosotros todo lo que hay que hacer al respecto (lo cual exige conocimientos técnicos), o deberemos contratar servicios técnicos especializados para que nuestro blog realmente funcione como deseamos.
  • Si solo nos interesa compartir nuestro mensaje con el mundo y aportar valor a través de ese mensaje, escribiendo diferente para un público diferente, con interfaces sencillas, mucha facilidad para escribir y difundir, con posibilidad de enriquecer el contenido con diversos elementos audiovisuales, y casi sin complejidades técnicas, Medium es la mejor opción entre las clásicas, pero con varias limitaciones importantes a las que he hecho referencia reciente en mi trabajo Blogging y marca personal: ¿filosofía o tecnología? De hecho, ahí describo mi proceso de creación de un blog en otro espacio (GoNevis), motivado por tales situaciones con Medium.
  • Y si estamos buscando lo mismo -o casi- que tenemos o tendríamos en Medium, pero además, con otros toques diferentes, novedosos, inclusive disruptivos, y en algún que otro caso, también con algo de riesgo incluido debido a la propia novedad de los espacios y los procesos blogueros asociados, pues todas las plataformas incluidas en la segunda parte de la lista que te propuse cinco o seis párrafos atrás, pueden servirte. De hecho, estoy explorándolas y probándolas todas -y otras varias- como parte de la investigación práctica que ya te mencioné (ya te enlacé arriba dos de esos artículos recientes), y dentro de poco propondré en mi blog de LinkedIn el primer trabajo resumen de esa investigación.

Un “pequeño” asunto más, en forma de “pero”. Si lo que buscamos es una plataforma que integre a nuestro favor TODO lo anterior y muchas otras ventajas que no te he mencionado, lo mejor que podemos hacer es crear una propia. No existe ahora mismo ninguna a través de la cual todo ello sea posible de forma simultánea. O al menos, yo no la conozco. ¿Tú sí? ¿Me la presentas, amigo lector?

Compartir

Como ya te avancé brevemente, bloguear es e implica comunicar(se). Y la comunicación implica, entre otras cosas, compartir esencias, compartir ideas, compartir propuestas, compartir conversaciones, compartir significados; no necesariamente estar de acuerdo con algo de ello o con todo ello, pero sí compartirlo para que cada quien tenga claro lo que cada parte del proceso de blogging siente y piensa acerca del mensaje que se está compartiendo, de la persona que lo comparte, de las personas que interactúan con él/ella acerca de la forma y el contenido del mensaje…y otras muchas cosas. En mi trabajo de 2016 Cómo usar un blog en modo branding personal, he hecho un análisis un poco más detallado de este proceso y sus requerimientos; te sugiero revisarlo luego.

Entonces, bloguear implica e incluye, necesariamente, compartir. Ya sea en el blog mismo (en el espacio de comentarios que muchas veces está presente, que puede ser propio de la plataforma, o agregado a través de servicios de alojamiento de comentarios como Disqus), o por ejemplo, en las redes sociales que comparten autores y lectores. De hecho, dice el ilustre profesor, escritor y blogger José Luis Orihuela (todo un MAESTRO, una referencia obligada en el mundo blogging, y en general, en el mundo digital) que desde hace unos cuantos años la conversación alrededor de los artículos publicados en blogs se ha ido desplazando desde los espacios de comentarios hacia las redes sociales. Comparto la idea, sobre todo por la mayor amplitud del alcance que estas últimas ofrecen para compartir, en el sentido más amplio de este concepto aplicado al blogging: compartir humanidades, más allá del contenido que motiva el acto mismo de interactuar para compartir.

Mensaje

Hagamos un “pequeño” y “sencillo” ejercicio, amigo lector. Responde -de forma tan breve y sustanciosa como puedas- al menos cinco de las siguientes preguntas. Si puedes responderlas todas, mucho mejor. Y no, amigo lector, no me burlo de ti; soy absolutamente incapaz de hacer algo así:

¿Qué es, cómo funciona, y cómo debería ser y funcionar para ti, el mundo? ¿La vida? ¿Lo humano? ¿El ser humano? ¿La humanidad? ¿El hombre? ¿La mujer? ¿La infancia? ¿El amor? ¿El sexo? ¿La madurez? ¿La maternidad? ¿La paternidad? ¿El entorno? ¿El pasado? ¿El presente? ¿El futuro? ¿El tránsito pasado/presente/futuro que hemos vivido y estamos viviendo? ¿El cambio? ¿La filosofía? ¿La historia? ¿El Universo? ¿La fe? ¿La religión? ¿La iglesia? ¿El trabajo? ¿La ciencia? ¿La tecnología? ¿La innovación? ¿El arte? ¿La cultura? ¿El desarrollo? ¿El Estado? ¿El gobierno? ¿El pueblo? ¿La red? ¿La poesía? ¿La música? ¿La salud? ¿El alimento? ¿El poder? ¿La política? ¿La economía? ¿La empresa? ¿Los negocios? ¿Educar? ¿Creer? ¿Crear? ¿Crecer? ¿Tu país? ¿Tu Patria? ¿La familia? ¿El valor? ¿La paz? ¿La guerra? ¿Tú? ¿Dios? ¿La relación entre dos, tres, cuatro, cinco o más de los cincuenta y tantos conceptos anteriores, o miles más que tú mismo puedes sugerirte? ¿La forma de mejorar lo que como especie, personas o sociedad, somos, hacemos y logramos en uno, dos, tres, cuatro, cinco o más de los mismos cincuenta y tantos conceptos anteriores, o miles más que tú mismo puedes sugerirte? ¿Etc., etc., etc…y un infinito etc.?

Si tú:

  • Tienes claro todo o parte de lo que significan para ti y pueden aportar al mundo esos cinco que seleccionaste, u otros conceptos, o las relaciones entre ellos;
  • Tienes más o menos clara la forma tuya de expresar esa claridad;
  • Crees que eso que tienes tan claro puede ser útil para alguien más, y
  • Quieres decirle al mundo lo que tienes para decirle, pues…

¡Porque hay muchísimas más personas de las que imaginas, que necesitan saber y aplicar en sus vidas lo que tú tienes para decir y proponer al respecto!

Mundo

El mundo tiene más de siete mil millones de personas, que se comunican entre ellas en cientos y cientos de idiomas y dialectos diferentes. Pero tu mundo, amigo lector, es muuuuucho más pequeño que eso.

A efectos de blogging, tu mundo puede estar conformado por personas que:

  • Tienen o podrían tener intereses comunes contigo, o
  • Necesitan o podrían necesitar el valor que tú aportas o podrías aportar, o
  • Tienen o podrían tener a su alcance “cosas” de cualquier índole que tú necesitas o podrías necesitar (un empleo, o una necesidad de servicios profesionales, o una oportunidad de colaboración, por ejemplo), o
  • Están o podrían estar relacionadas con cualquiera de los cincuenta y tantos conceptos ya vistos arriba -o muchos más-, acerca de los cuales puede o podría nacer y fluir tu mensaje, o
  • Se relacionan o podrían relacionarse en mayor o menor grado con otras personas que cumplen o podrían cumplir cualquiera de los criterios anteriores, y
  • Preferiblemente (no obligatoriamente), pueden o podrían comunicarse contigo y entre ellas en el mismo idioma que tú.

Entonces, a efectos de blogging, es extremadamente importante que tú puedas identificar, delimitar y conocer lo mejor que puedas a ese mundo tuyo. Que por cierto, a efectos de blogging, se llama público (un público cuya evolución, asociada a tu blogging y dependiendo de su calidad e impacto, puede ir de lectores a audiencia, de audiencia a comunidad, de comunidad a tribu). Nos vamos entendiendo, ¿verdad?

Marca personal

RESULTADO. Esa es la palabra clave: la marca personal es el resultado que otras personas perciben de la integración de lo que cada uno de nosotros es, hace y logra, a través de lo cual generamos un impacto, que bien gestionado en el tiempo y el espacio, y convertido en un logro sostenible y sustentable, puede -o no- evolucionar a trascendencia; y aún haciéndolo, esta puede tener diferentes colores, pues podemos trascender tanto por lo muy bueno como por lo muy malo que hayamos sido, hecho y logrado. Y en el modelo de blogging que te propongo, marca personal es sinergia: o sea, el resultado obtenido al integrar y gestionar como un sistema todos los elementos del proceso de blogging que aquí hemos analizado, y que no se generaría si cada uno de ellos estuviera “fuera del saco”, jejeje.

No voy a teorizar hoy sobre marca personal: prefiero remitirte a fuentes donde puedes ampliar y profundizar al respecto. Es un concepto que creo suficientemente tratado por este tu servidor en trabajos de blog como este, este, este, este, este, este, este, este, este, este, este, este y este, así como en libros digitales como este, este y este…y también por otros autores que son parte de mis referencias en el tema. Por ejemplo: Tom Peters aquí y aquí -entre otros-, Seth Godin aquí y aquí -entre otros-, Guillem aquí, Jordi aquí, Andrés aquí, Arancha aquí, Pablo aquí, Neus aquí, Ylse aquí, Eva aquí, Nancy aquí, David aquí, Mar aquí, Oscar aquí, Ami aquí, Fran aquí, Xavi aquí…Y si sigo, la lista se alargaría demasiado, porque son muchos más; y además, entre los autores de los blogs que aquí te he enlazado, hay varios cuyos libros también son referencias clave para mí.

El inmenso y eterno Aristóteles nos dejó (entre TANTO) una frase clásica (entre TANTAS), que de diversas formas constituye un modelo aplicable a casi todo -si no a todo- lo que hacemos hoy:

Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo”.

Aplicándolo un poco más en detalle, a través de una “paráfrasis inversa” (no sé si eso existe, jejeje; pero lo he propuesto y usado otras veces, y la idea me funciona para lo que aquí te propongo):

Si tú eres capaz de manifestar en tu blogging tu verdadero y genuino ser; si tu blog está ubicado en la plataforma más afín contigo y tus objetivos como blogger, y es plenamente accesible y utilizable por parte del público al cual destinas tu blogging; si blogueas de forma efectiva en función de tu ser, tus intereses, tus motivos, tus objetivos, y teniendo muy presentes las necesidades de valor de tu público; si tu público es el que debe ser, y está genuinamente interesado en tu mensaje; si tu mensaje es el adecuado para ese público; si los requerimientos de valor de tu público son adecuadamente satisfechos a través de tu mensaje; si logras que entre tu público y tú se establezca una dinámica comunicacional adecuada, o al menos, que él responda de forma adecuada ante tus propuestas, aunque no sea conversando en un sentido estricto; si cada uno de estos aspectos y otros aspectos posibles se manifiesta adecuadamente, y tú logras un nivel apropiado de integración entre ellos, pues…tu marca personal como blogger será un fiel reflejo de ese logro positivo.

Pero si sucede lo opuesto, o sea, una o más de las siguientes opciones -entre otras muchas posibles, claro está-:

  • Si tú te conoces bien, pero no eres capaz de reflejar nada de ti y tu ser en tu estilo de bloguear ni en el contenido que propones, o
  • Si tú reflejas tu verdadero ser en tu mensaje, pero no has identificado adecuadamente al público al cual dicho mensaje le puede ser afín, o
  • Si tú has identificado muy bien al público, pero no tienes bien claros sus requerimientos de valor, y por tanto, tu mensaje no incluye el valor que esas personas necesitan, o
  • Si tú reflejas muy bien quién eres en tu mensaje, pero su forma no es la adecuada, o
  • Si tu mensaje te refleja y su forma es la adecuada, pero su contenido no es lo suficientemente sólido, profundo y abarcador, para poder satisfacer todos o la mayoría de los requerimientos de valor de tu público, o
  • Si tú defines y elaboras correctamente tu mensaje (con la más adecuada combinación contenido/forma), y su contenido es de mucha calidad, pero no lo vinculas con las necesidades de valor de tu público, o
  • Si tú te reflejas adecuadamente en tu mensaje, y este cumple los requerimientos de valor de tu público en una adecuada combinación forma/contenido, pero no logras que se establezca la dinámica de compartir alrededor de tu mensaje, o
  • Cualquier otra de las muchas posibles combinaciones de hechos que incluya la ausencia de uno o más factores clave para el éxito de tu blog, o la falta de una integración sistémica adecuada entre todos ellos…

Entonces, no se conseguirá la sinergia esperada y adecuada, y será difícil que tu blogging funcione, sea efectivo, marque como debería…y tu marca personal será exactamente un reflejo de eso.

Pero tranquilo: todo lo anterior es posible, puede aprenderse, puede ser enseñado, y quien lo aprende puede ser acompañado en el proceso por otras personas que ya hayan llegado como bloggers a donde él/ella quiere llegar. En otras palabras: se puede aprender a bloguear como se quiere y se debe; y se puede aprender a utilizar un blog como plataforma de excelencia en el branding personal. Si aún no lo haces bien, tú puedes aprender a bloguear como deberías y te gustaría hacerlo. Para cosechar, como blogger, la marca personal que mereces cosechar entre tus públicos.

Y por cierto: Aristóteles (OJO: biografía y bibliografía imprescindibles) también nos dejó otra frase clásica que puede ser el modelo de gestión personal a través del cual tú apliques todo lo que he procurado compartir contigo hoy, con este modelo conceptual del blogging; una frase que, de aplicarla como puedes y debes, puede ayudarte a generar a tu alrededor una excelente, sólida y sostenible marca personal como blogger.

Es la siguiente:

Somos lo que hacemos repetidamente. La excelencia, entonces, no es un acto: es un hábito”.

¿Así, o más claro?

Conclusión propositivo/interrogativa

Amigo lector:

Te propongo como cierre de este mi segundo post en esta plataforma, algunas condicionantes y una interrogante. Aquí te van.

  • Ahora que ya tienes muy clara tu identidad (quién eres tú, ese imperfecto y por tanto perfectible ser humano que eres tú), y sabes cuál es tu mensaje, ese contenido que refleja quién eres tú y lo que tienes para aportar, sí, ese mismo contenido que contiene un determinado valor necesario para otras personas allá afuera y en el mundo (algunas o muchas de las cuales son tu mundo);
  • Ahora que sabes que existe un proceso de creación y difusión digital de contenidos llamado blogging, que tiene lugar a través de artificios digitales llamados blogs (un proceso del cual tu mensaje puede ser parte), y que para ello tienes a tu disposición decenas de plataformas donde puedes crear fácil, rápida y económicamente tu propio blog -y hasta más de uno-;
  • Ahora que conoces las necesidades de valor que tu mundo tiene, y que has podido constatar la correspondencia entre el valor que tú puedes aportar a través de tu mensaje y las necesidades de al menos una de esas personas que allá afuera hacen parte de tu mundo (técnicamente, tu público);
  • Ahora que un tal Vladimir Estrada, un caribeño que vive feliz en su Caribe, se dio a la tarea de investigar un poco sobre plataformas de blogging novedosas, diferentes y diferenciadoras (siguiendo el ejemplo de un gran experto en el tema, llamado Antonio Cambronero), y de probarlas escribiendo en ellas y publicando su mensaje desde ellas, y te ha propuesto un grupo de opciones que puedes aprovechar de forma fácil, sencilla, gratuita, cómoda, y que además, casi todas son elegantes, vistosas, hermosas, amigables, y no requieren de tu parte ningún tipo de habilidades tecnológicas “especiales” -que por demás, ese tal Estrada tampoco tiene, ni va a tener, ni le interesa, jejeje…-;
  • Ahora que sabes muy claramente lo que es marca personal y personal branding, que tienes muy claro su impacto sobre tu desarrollo y posicionamiento personal y profesional, y que conoces la importancia que tiene y el valor que te aporta el blogging como mecanismo de gestión de tu marca personal;
  • Ahora que sabes todo eso, amigo lector, yo te pregunto (de mi parte y de parte de ese caribeño señor Estrada, quien me pidió muy gentilmente que te lo preguntara), lo siguiente:

Gracias nuevamente por ser, por estar, por acompañarme hoy y siempre, amigo lector. Recibe un fuerte, cálido y caribeño brand/abrazo de tu siempre amigo,

Vladimir

Originally published at https://thro.be on May 7, 2020.

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Cubano. Padre. Académico. PhD. Mentor profesional internacional, RGM. Consultor. Comunicador. Miembro fundador de Personal Branding LATAM. Blogger académico.